CHINA Y HONG KONG. abril 2010

OLYMPUS DIGITAL CAMERATenemos unos extraordinarios amigos de couchsurfing que son de Hong Kong, los cuales nos animaron a hacer este viaje.

Ellos son una pareja que llegaron a nuestra casa, cuando llevaban más de 1 año viajando por el mundo, tenían  historias  increíbles, alucinantes y divertidas de sus viajes, eran muy simpáticos y divertidos, nos hicimos buenos amigos. Además, reunían esa sensibilidad tan especial de los asiáticos hacia la comida (como medio para curar y sanar) y hacia la religión (una especie de filosofía para la vida).

Comenzamos el viaje volando a Hong Kong, y los inútiles de Aeroflot nos perdieron en Moscú durante 2 días las mochilas, pero nos resarcimos, pues el seguro de viaje nos permitió gastarnos hasta 300 euros en todo aquello que necesitáramos. Conclusión: el primer día lo pasamos haciendo «shopping», en la ciudad de las compras.

Visitamos durante 3 días la isla, que nos encantó, pues es la mezcla perfecta entre  tradición y modernidad, clima húmedo, gente amable, pero estresada, además de extraordinaria comida, e incluso fiesta y juerga para quien esté interesado, a parte de  muy buenas comunicaciones. Todos hablándonos en perfecto inglés, aunque un nivel de vida muy caro para lo que acostumbramos.

Cruzamos al otro lado (varias paradas de un metro) y estábamos en China.

De repente todo se convierte en mucho mas barato, la comida continuaba siendo excelente, las comunicaciones  también buenas, el clima algo más seco, y:  ¿no había desventajas? SI.

!En china nadie hablaba inglés!.

No nos entendían, todo lo hacíamos por señas, todo resultaba mucho mas lento y difícil que en Hong Kong, la gente también es muy amable, pero está muy estresada, todos tienen prisa, todo el mundo está ocupado.

Mientras pasaban los días , la gastronomía nos fue pareciendo todavía mas extraordinaria, todo estaba buenísimo y eso, que no sabíamos lo que comíamos . Pagodas, templos, jardines, parques temáticos, actuaciones de música y paseos por las ciudades. Dimo con gente muy honesta, aunque escueta en sus respuestas.  Además es el paraíso de las compras, de la ropa y la electrónica.

Incluso por un precio módico te podían dar un masaje, era el colmo, no queríamos volver. Pello arrastraba un problema de herpes y tuvimos que buscar un hospital privado, cuyo médico era de Singapur -por lo que hablaba inglés-. El seguro médico nos lo solucionó de nuevo, sin contratiempos. Estábamos tras estar un día en Shentzen en Guangzhou.

Pasaron los días visitando otras zonas de la china menos turística, como el estado de Fujian, donde pudimos ver las fortalezas de los HAKKA, que es patrimonio de la humanidad.

Visitamos Hong Kong,  Shentzen, Guanghzou (Cantón), Xiamen, Quanzhou  y Yonding (Fujian).

Recuerdos imborrables: la imposibilidad de entendernos, ni siquiera con señas, el agua caliente como bienvenida cuando entrábamos a una tienda-tipo Zara-, las continuas invitaciones a tomar té – siguiendo el largo protocolo- , y que desde el paupérrimo al prohibitivo todos  nos sabían igual, las cartas en chino de las prostitutas bajo la puerta del hotel elegante, horas de conversaciones con un amigo de un amigo del dueño del hotel, para hacer algo tan simple como pedir una habitación, una población consciente de la medicina tradicional, de qué alimentos nos ayudan a sanar y acostumbrada a escuchar a su cuerpo.

Desgraciadamente tuvimos que volver a Hong Kong para retornar a casa. Prometimos que volveríamos y ya se sabe, «el que avisa no es traidor».

Selección de fotos del país.

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